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En la revista Hosteltur de abril 2010 tenemos el impecable artículo de Canalis titulado «Servicios y productos turísticos Women Only, una tendencia al alza» donde se reflexiona sobre los servicios turísticos para mujeres que viajan solas (o bien con amigas, o bien con desconocidas) como un target interesante para una nueva gama de servicios específicos para ellas.

Como mujer, me resulta curioso que se dedique toda una serie de recursos a un «nuevo» target de mujeres que por razones profesionales (o lúdicas) en muchos de los casos viajen solas, y no se busque el similar (sin caer en una propuesta «ejecutiva»), respecto a los hombres que viajan en la mismas circunstancias y con asiduidad también más o menos similar. Y que para este tipo masculino no se cree también su nicho de mercado. No marca tendencia más que asegurada, el mismo concepto en masculino puro y duro? (sin hilaridades, por favor).

No se trata sólo de buscar la tribu que se ajuste a esta tipologia. No son yuppies, no son metrosexuales y para nada consumidores de establecimientos «gayfriendly». Creo seria una evolución de los bo-bos (rebeldes y conservadores), de mediados de los 90. Viajan solos o en grupo. O suelen tener pareja femenina definida o la han tenido; en todo caso no son sensibles a servicios «de pago» (que complicado que es siempre definir este punto de forma políticamente correcta). Trazos más o menos tech-geek (tampoco descaradamente). A partir de los «thirty something» en adelante. Capacidad adquisitiva en la media del mercado. Este target no podría dar un valor añadido a muchos establecimientos que lo disfrutan sobradamente? Quizás alguien de los que lean se sientan definidos. Por casualidad.

Ha sido estimulante, la tarea de investigación. La visión femenina respecto a la visión masculina de un target claramente definido. Sin dudar de lo efectivo de estas políticas, cuando releeo el artículo, se me ocurren razones para pensar que en la definición de las «Pink Rooms» y en los «Woman Only» ha participado alguna visión masculina, y pruebo a efectuar el ejercicio.

Así, que preparo mi visión para los «Men Only» la cotejo con otras mujeres que se dedican a este tipo de investigación, y luego la confronto con hombres creo sensibles a este target, para observar las diferencias:

Mis primeros ejemplos como mujer ante este target han sido:

Sin olvidar (y básico) conexión wifi gratuita, y selección de prensa nacional e internacional en la habitación, añadir

  • Check-in preferente.
  • Pack de betún para el calzado.
  • Libreta de notas y bolígrafo corporativo.
  • Pijama bath-sport en vez de albornoz.
  • Cableado de batería para cargar el portátil.
  • Early breakfast

Conclusiones resultantes en orden, después de conversaciones con el género masculino, en principio representativo del target (las conversaciones-encuesta han sido como mínimo, complicadas):

  • Ubicación céntrica hotelera imprescindible
  • Posibilidad de mesa común para cenar: es decir, no cenar sólo, sino tener la posibilidad de interactuar con desconocidos que participan del  mismo evento que te dirige al destino y que se encuentran en el mismo establecimiento (dispuestos a pagarlo, a precio competitivo).
  • Servicio de lavandería rápido (máximo 12 horas)
  • Máquina lustra-zapatos en planta
  • Conexión directa con el portero (no con el conserje, …)
  • Servicio de apertura de maleta
  • Wi fi gratuito
  • Early breakfast
  • Check-in preferente
  • Zapatillas y variedad de canales de televisión
  • Libro-guía de la ciudad del destino

Sabiendo que cualquiera de los dos ejemplos pueden sofisticarse más aún en función del establecimiento.

Tiene sentido entonces un, llamemosle, «Men Only»?

 

(Publicado en Comunidad Hosteltur el 8 de abril de 2010)
(Post publicado en Diario Hosteltur)
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